Mi pasión por el sushi y la cultura japonesa me llevó a iniciar en 2013 este proyecto personal que ha ido evolucionando con los años. Conocer en 2015 al itamae Hiroyuki Mashida durante uno de mis viajes a Tokio me permitió perfeccionar la técnica del arroz. Con los años he evolucionado y aprendido nuevos platos de la gastronomía nipona tradicional, siempre de la mano de mi itamae durante sus visitas a Sevilla y mis estancias en Japón.